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No hay artículos en el carroCada sensor de oxígeno Bosch se beneficia de la experiencia tecnológica y de fabricación obtenida de décadas de producción, desde que inventó por primera vez el sensor de oxígeno a finales de la década de 1960, asegurando un rendimiento duradero y superior con el que puedes confiar. El exclusivo cuerpo de acero inoxidable soldado con láser doble es totalmente sumergible y sellado hermético para proteger contra daños causados por emisiones de escape, lo que garantiza una vida útil más larga del sensor. El calentador de acción rápida optimiza el funcionamiento del sensor en sensores planares y de 3, 4 y 5 cables, lo que permite que el sensor de oxígeno alcance su temperatura de funcionamiento más rápido, en cuestión de segundos, para un rendimiento óptimo. Los conectores y arneses originales de ajuste directo, junto con roscas precubiertas con compuesto antiagarre directamente fuera de la caja, hacen que la instalación sea simple y sin complicaciones. Es fundamental que los sensores de oxígeno se sustituyan a los intervalos sugeridos proporcionados por los fabricantes de vehículos antes de que falle el sensor. Seguir las recomendaciones evitará daños a largo plazo en el motor de un vehículo, reducirá las emisiones nocivas de dióxido de carbono (CO2) y ahorrará dinero al repostar tu vehículo.